Por Jaime Masó Torres
Llegó a La Habana con 15 años, empezó a estudiar Química, pero a los 17 ya bailaba profesionalmente. Comenzó a cantar después con el Septeto Tradición y poco a poco tomó su rumbo hasta convertirse en lo que es hoy: una intérprete querida, popular y también polémica con 35 años de carrera.
La formación musical de Haila está basada en la práctica y la experiencia de la calle. En ella hay mucho de otras reconocidas intérpretes cubanas como Jacqueline Castellanos, Caridad Cuervo, Elena Burke, Mercedita Valdés y, por supuesto, de la irrepetible Celia Cruz, a quien tuvo la oportunidad de conocer por primera vez en 1997 en el Bronx durante las grabaciones de un videoclip con el grupo estadounidense The Fugees.
«Nos vimos un año después en la Teletón de Panamá y en el 2001 nos reencontramos en el Hotel Beverly Hilton de Los Ángeles, en un concierto benéfico para los damnificados de las Torres Gemelas. Fue allí donde le entregué personalmente mi primer disco homenaje a su obra», nos contaba[1] Haila en diciembre de 2020.
Ese primer disco al que hace referencia es Haila. Tributo a Celia Cruz (Bis Music, 2001). Con dicho material se convirtió en la primera intérprete en grabar para una disquera cubana un álbum-tributo a La Guarachera de Cuba. El CD con idea original y producción de Issac Delgado y arreglos de José Luis Cortés y Juan Manuel Ceruto incluye doce temas, de ellos ocho popularizados por Celia.
«Le encantó, también por ser un disco producido por Issac Delgado, a quien consideraba como un hijo y con quien había trabajado por mucho tiempo. Sus palabras fueron: “Qué bueno saber que el futuro está asegurado”. Me enorgullece saber que mi versión de Bemba Colorá fue, entre todas las que han hecho, su preferida», recordaba La Mompié.
Han pasado 24 años después de aquel producto musical y Haila María ha seguido cantando, pegando temas y presentándose en escenarios de América Latina, Europa y Estados Unidos fiel a su canto, a su estilo, a su herencia.
“Celia me inspiró y me acompaña”
¿Cómo sientes que has cambiado musical y estilísticamente en estos veinticuatro años?
Han pasado 24 años de mi primer fonograma en solitario, y sin dudas, en este tiempo he crecido mucho como artista y como mujer. He vivido, he aprendido, he recorrido escenarios en los que he sentido la fuerza y el poder de nuestra auténtica música. Mi forma de interpretar y de entender el arte hoy es más madura, más sentida. En aquel entonces quise rendirle homenaje a una leyenda; hoy, además de eso, me siento con el deber y la responsabilidad de mantener vivo un hermoso legado. Musicalmente, mi sonido también se ha enriquecido con nuevas fusiones, influencias y experiencias, pero sin perder la esencia del son, la salsa y la guaracha que algún día ella representó. En este nuevo proyecto reafirmo mi eterno compromiso.
Una pregunta muy básica, pero necesaria: ¿por qué incluir otro material en tu discografía homenajeando a Celia Cruz? ¿Qué compromiso existe, más allá de la admiración?
Más que admiración, existe una conexión profunda, espiritual y cultural. Ella representa para mi lo que es una artista en todo el sentido de la palabra: vivió para su música, entregó su vida por completo a su arte. Ella fue alegría, fuerza, identidad, resistencia y amor para mucha gente.
Incluir otro homenaje a La Guarachera de Cuba en mi discografía no es repetir una historia, sino continuarla. Es reafirmar que su legado sigue vivo y que mi compromiso con la música cubana incluye honrar a quienes abrieron caminos. Yo crecí escuchando su voz y soñando con alcanzar esa grandeza, sin perder la raíz. Mi compromiso va más allá de lo artístico: es un acto de respeto, de justicia y de amor por la cultura cubana.
¿Cómo es que la música de Celia Cruz entró a tu vida? ¿Qué te lleva a serle fiel e incluso incluir sus temas en tu repertorio o nombrarla en algunas de tus canciones? Celia entró a mi vida desde muy temprana edad. En mi casa se escuchaban sus discos, su voz era sinónimo de alegría y de celebración. Más tarde, cuando comencé a cantar profesionalmente, comprendí su magnitud, su disciplina, su capacidad de transformar cada escenario en una fiesta de luz. Serle fiel no es una decisión estratégica, es una necesidad emocional. Celia me inspiró y me acompaña. Por eso la traigo a mi repertorio, por eso la nombro, porque cada vez que suena su nombre, estaremos hablando de lo mejor de Cuba. Ella es raíz y también futuro. Su espíritu vive en cada interpretación que le hago con alegría y orgullo.
Siempre hay quien confunde amor con oportunismo, coherencia con codicia de estatus, ¿cómo le responderías a las personas que piensan así?
Le respondo con serenidad, porque mi verdad se sostiene sola. Todos conocen mi carrera y trayectoria, mi discografía, mi repertorio y mi música.
He logrado labrar mi propio camino. Siempre digo que la obra de Celia es como un bolso de lujo que siempre me acompaña. Homenajearla no nace de la conveniencia, ni del momento. Nace de un vínculo que llevo defendiendo hace más de dos décadas, incluso cuando no era fácil hablar de Celia en Cuba.
Cuando en 2001 lancé mi primer álbum honrando su memoria, lo hice desde el amor y el riesgo. Hoy, cuando el mundo celebra su centenario, sigo haciéndolo desde el mismo lugar: el respeto. Mi arte no lo hago para complacer, sino para honrar la verdad que llevo dentro. Y la mía incluye a Celia Cruz y también a muchas otras grandes figuras, porque sin ellas la historia de la música cubana estaría incompleta.
Coméntame sobre este nuevo disco-homenaje a Celia, el número 11 en tu carrera…
Este homenaje forma parte de un proyecto muy especial titulado Legado de una Reina. Su primer sencillo “Mi vida es cantar” se lanzó precisamente el 21 de octubre, día de su natalicio. El disco contará con arreglos modernos, producciones bien cuidadas que mantienen el alma del son y la salsa, pero con una mirada contemporánea y sinfónica.
Han participado músicos de primer nivel, con quienes comparto la misma pasión por la música cubana y el deseo de rendir tributo desde la excelencia.
La producción musical está a cargo del talentoso Maikel Dinza Echeverría, por supuesto, bajo la producción general de mi esposo Aned Mota y mi equipo de Salamandra Productions.
El álbum estará compuesto por diez canciones, más un bonus track e incluye invitados y sorpresas muy especiales. Entre los temas se encuentran grandes clásicos de La Guarachera como “Yo viviré”, versión al español a partir del clásico “I Will Survive” de Freddie Perren y Dino Fekaris. También “Siento la nostalgia de palmeras” (Ángel Peña & Guadalupe García); “Cúcala” (Wilfredo Figueroa); “Azúcar negra” (Mario Díaz), entre otros.
¿Cuándo planean presentarlo de manera oficial?
El lanzamiento oficial de esta está previsto para finales de este año, acompañado de presentaciones en muchos escenarios, celebrando a Celia y al mismo tiempo los 35 años de mi trayectoria artística.
También tuve el honor de impulsar una misa en La Habana en su memoria, un acto profundamente simbólico que marcó el inicio de este ciclo con su bendición espiritual. Celia representa un legado que no se apaga. Este disco, estas presentaciones y cada nota cantada son mi forma de decir: ¡Gracias Celia, por abrirnos el camino y recordarnos siempre que somos la isla de la música!

